Javier Barbado. Valladolid
La ingeniería hospitalaria y, más en concreto, los equipos de electromedicina, requieren de un proceso de mantenimiento que permanece indemne a la crisis económica e incluso adquiere más notoriedad debido a ella. El entrevistado recuerda que, salvo en la Comunidad de Madrid, las administraciones dejarán de invertir en nuevos centros y, en consecuencia, se aumentará el presupuesto dedicado a la manutención de los ya existentes. Desde su punto de vista, en el caso de la sanidad privada el cobro de las compañías del sector se ha ralentizado en muchas comunidades autónomas, lo que ha desembocado en la parálisis de muchos proyectos.
¿Cuál su visión, desde Carburos Médica, del Congreso Nacional de Ingeniería Hospitalaria?
Lo valoro muy positivamente. Siempre lo hacemos así las empresas que estamos en este sector, porque hablamos de un Congreso que tiene una tradición importante en cuanto a número de años en los que se viene celebrando. Lo que pasa es que, quizás en estos tiempos, el valor es mayor si cabe debido a la situación económica que vivimos en el país; yo creo que, salvo el caso de la Comunidad de Madrid, en la que se están creando muchos nuevos hospitales a partir de un nuevo modelo, la tónica general es la contraria.
El entrevistado, Pablo Domínguez, director de Relaciones Institucionales de Carburos Médica; en el centro, fachada exterior del Centro Cultural Miguel Delibes de Valladolid, sede del Congreso; a la dcha., Luis Blázquez, director de hospitales de Carburos Metálico, y Javier Godoy, director general de Carburos Bulk Sur de Europa. / J. Barbado
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En todo caso, el mantenimiento en general de la electromedicina va a desempeñar quizás un papel más relevante todavía del que ya tenía, porque hay que conservar todos y cada uno de los establecimientos sanitarios que ya tenemos en el país, ya que la situación económica, como digo, va a afectar a las inversiones en los hospitales.
Por lo tanto, en este foro se añade un nuevo elemento a su contenido tradicional, que es una puesta al día en los ámbitos de la arquitectura, la electromedicina, las instalaciones. Entre los inscritos, además, se encuentran toda clase de profesionales relacionados con el mantenimiento del hospital. Esta circunstancia novedosa anima aún más a las compañías a ser copartícipes de este tipo de foros.
Aparte de la Comunidad de Madrid, ¿ninguna otra Comunidad ensaya proyectos que la industria considere innovadores?
Si se refiere a innovar en nuevos establecimientos sanitarios, en los últimos meses se han terminado de construir algunos centros importantes, como el Hospital General de Asturias [HUCA], el nuevo hospital de Baleares [Hospital Son Espases]. Pero si dejamos aparte éstos y la excepción de Madrid, con los ocho hospitales más o menos recientes más los tres que están en marcha, yo diría que, en el resto del país, no solamente no se va a dar pie a la construcción de nuevos hospitales sino que, por el contrario, probablemente se van a recortar camas públicas y se van a tener que gestionar mejor esas camas públicas y se va derivar [la gestión] a la privada en mayor medida de lo que se está haciendo ahora.
¿Cómo ve la industria esta situación?
La industria, en este sentido, observa cómo la [sanidad] privada va adquiriendo mucha más fuerza de la que tenía ya que, históricamente, en este país el porcentaje de privada ha sido muy pequeño, y eso tiene un crecimiento imparable. Pero también diría que se trata de un sector en el que no prima tanto la evolución tecnológica, el estar al día y el mantenimiento y control de las instalaciones tecnológicas, sino que inevitablemente hay que referirse al cobro. Y el cobro es lo que, ahora mismo, está impidiendo nuevas inversiones en algunas compañías y el desarrollo de algunos proyectos, porque –y se trata de datos públicos y publicados al alcance de todo el mundo– hay muchas comunidades con retrasos en el cobro, y eso es temible para muchas compañías eso es temible.
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